Yo nací el 22 de agosto de 1942, en Santurce,
Puerto Rico. Cuando tenía cuatro años, mi familia se trasladó para Nueva York,
porque mi padre era marino mercante. En
Nueva York me crié en el Barrio, en la 110, y allí vivimos como 10 años.
Después nos mudamos para el Bronx. Pero
fue en las calles del Barrio donde se manifestaron mis inquietudes musicales;
tocaba los timbales y la conga. En la
casa de un primo, en el Bronx, había un sótano. Allí él tenía un piano y nos
reuníamos a tocar. Cerca de mi casa
vivía Joe Quijano —era mi vecino—, y tenía un pequeño negocio donde vendía
discos. El nombre de mi padre era José
P. Pastrana y el nombre de mi madre Julia Santos.
Palabras de
Joey Pastrana.
HISTORIA:
La década de los 60’s
desencadenó una interesante oleada de propuestas y paradigmas en el escenario
mundial de las artes. Ya el desarrollo tecnológico comenzaba a dar algunas
luces. Observar la posibilidad de llegar a conquistar la luna, fue tan
sorprendente como la hazaña musical planetaria alcanzada por aquellos cuatro
excéntricos chicos de Liverpool. Y vaya que sí hubo cambios. La avanzada
musical definitivamente sería otra a partir de aquellos días. Era el preludio
de un “Woodstock” girando en torno a una joven generación de talentos, que sin
dejar de ser leales a sus raíces latinas, definieron muy bien su concepto
musical como auténtica expresión del Harlem de Nueva York. Así surgiría el
Boogaloo y el Shingaling, como una corriente con claros elementos del Pop
moderno fusionada con un evidente aire de ritmo cubano.
En el ambiente del “Latin
Soul” americano, un grupo de jóvenes había tomado por asalto un nuevo reducto
musical con personalidad propia. En consecuencia, la propuesta presentaría una
opción de baile como interpretación local. Se insiste en que la inspiración
parte de una “Guajira in Blue”. Como quiera que sea, algunos de estos noveles
músicos —que se habían nutrido de las influencias de los tres grandes y las
clásicas orquestas cubanas de los 40’s y 50’s- intuyeron la necesidad de tender
un puente, entre el cadencioso ritmo afrocubano, y el abrumador movimiento Pop
americano, donde este último en particular centraría su intención de ritmo en
un atractivo sentido hacia el baile. El éxito del ritmo era el producto de su
propia figura de baile. Y esto no es sólo un axioma comercial discográfico. Los
negros americanos y los descendientes de latinos en NYC habían encontrado un modo común de
interpretar su propia mezcla rítmica y vocal: el Boogaloo.
Joey Pastrana es uno de
aquellos legendarios chicos que a mediados de la fulgurante década de los 60’s,
dirigió su dotación y estilo de banda hacia la interpretación del moderno
acento de “Latin Soul” conocido como Boogaloo. Es probable que cualquier conjunto
clásico de Salsa de NYC de aquella época pudiera fácilmente —y con toda
propiedad— interpretar y ejecutar los rudimentos del Boogaloo; sin embargo, no
todas las agrupaciones nacientes del género Boogaloo podían hacer lo mismo
frente a los ritmos cubanos usualmente abordados en la “Salsa”. No obstante,
Joey Pastrana sería una excepción. Él supo mantener un discreto equilibrio en
su interpretación de ambos géneros.
Tal vez su “Rumbón Melón” se
ha convertido en una de las más difundidas antologías del sonido tradicional de
la Salsa de NYC. El reconocido músico y director de orquesta venezolano, Johnny
Sedes, en una entrevista para la radio expresó: “La aparición de los temas
‘Fango’ y ‘Rumbón Melón’ fijaron las directrices
de cómo tenía que ‘sonar’ la Salsa de NYC. A partir de estos temas, algunos
conjuntos del Son Moderno de Nueva York (Salsa) siguieron esa ruta: el tipo de
sonido, arreglos, acento, estilo, dotación, etc”. Particularmente pienso que
esta reflexión del Maestro Johnny Sedes es digna de ser apreciada y valorada en
su contexto.
Por lo antes expuesto, es que
a continuación los invito a compartir de una cordial tertulia que sostuvieron
recientemente el maestro Joey Pastrana y nuestro miembro fundador de Herencia
Latina, Israel Sánchez-Coll.
Falleció ayer en horas de la tarde, lamentable perdida para nuestro ritmo.....
De acuerdo a
información suministrada por su sobrina Kara Elizabeth Johnson, el maestro Joey
Pastrana pasó sus últimos días con muerte cerebral en el Lee Memorial Hospital.
Junto a otros
maestros del boogaloo como Joe Cuba y Pete Rodríguez, Joey Pastrana se abrió
camino en cotizado mercado anglosajón, en la época del Boogaloo. Allí Pastrana
fue consagrado como un ídolo por su estilo natural y sus facciones de chico
callejero
Sus primeras influencias surgieron del sonido
logrado por Orquestas como la de Tito Puente, Bobby Valentín, Charlie y Eddie
Palmieri y Daniel Santos, quien era primo de su mamá.
Aunque se
consagró en la ciudad de New York, como ejecutante del Timbal, su carrera se
inició como baterista y luego tocando el
bongó y la campana en la primera banda de Bobby Valentín.
En su
agrupación contó con las voces de Ismael Miranda, quien grabó el clásico:
‘Rumbón Melón’ en 1967, Carlos Santos y José “Chombo” Rodríguez, entre otros.
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