La música sacra (del latín sacer, sacra, sacrum: «, augusto») o música litúrgica hace referencia a la forma de expresión musical nacida en Europa hacia la Alta Edad Media (siglo V) y desarrollada como parte de los ritos cristianos de la época. Por extensión también es aplicable a las diferentes manifestaciones músico-religiosas de otros pueblos, ya sean de origen hindú, budista, árabe, judío, etc.
La música sacra también llamada litúrgica, tiene su origen
de la palabra latina sacrum que a su vez es una traducción del griego hieron
(osteon) que significaba hueso fuerte, hueso sagrado. El hueso sacro es el
hueso central de la pelvis, que de acuerdo a los primeros romanos (antes del
catolicismo) en su religión pagana, tenían la creencia de que este hueso era
indestructible, y era la parte del cuerpo que seria capaz de levantar a un
muerto o resucitar, el hueso sacro servía de ofrenda quemada, a los dioses
romanos, de ahí nace la palabra sacramento que literalmente significaba un
juramento o lealtad de un soldado a su rey, o algún objeto como el antes
mencionado ofrendado para fines sagrados.
Etimología
El término significa música sagrada (Sacrare o «consagrar»)
que a su vez deriva de sacratus («sagrado, consagrado») pero, dada su
connotación y origen occidental, es de uso primordial en el cristianismo.
Más que un género musical era en origen una forma de
evangelización, donde a través de sonidos primeramente monódicos y fuerte
presencia vocal, se relataba un pasaje bíblico o se destacaban virtudes y
valores cristianos.
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