Para hablar de los orígenes de la salsa, es muy amplio el espectro, tanto musical como cultural, que debemos atravesar, para llegar hasta sus raíces. El largo camino a recorrer en el tiempo, nos remonta hasta el siglo XIX, cuando diásporas de la cultura africana, se expandián por el mundo, gracias en parte al alto tráfico de esclavos durante la época.
Cuba, por su localización
geográfica, se convirtió en un puerto con alta afluencia de colonizadores y por
ende sus esclavos, siendo estos últimos los directos responsables de incubar
una mezcla cultural, que algunos historiadores de música latina catalogarían
como afrohispanoindigenas.
Esta mixtura, no solo nutriría
aspectos de la cultura general, como la gastronomia y constumbres, también
permearía de forma importante la religión y la musica, por eso es este el
preciso punto de quiebre en donde nos detendremos para este texto, por cimentar
una base solida y que se prolongaría durante la evolución de la salsa.
Gracias a que la religion
venida desde Europa, se concentraba en convertir solo a los latifundios o a sus
iguales, pasando por alto a sus esclavos, es que la cultura Africana se
mantendría con vida, ya que estas minorias, gestarón en donde tuvierón la
posibilidad, sus costumbres, para no dejarlas extinguir.
Es esta la razón por la cual
en la isla, se instauraría con fuerza «La Santeria», un culto religioso,
heredado de tradiciones culturales Yoruba y combinado con algo de catolicismo.
Este tendría una importante influencia en la salsa, ya que sus ritos
traicionales de evocación a deidades, se llevrían y se llevan a cabo, con
ritmos musicales, combinados de fuertes percuciones y llamados vocales de quienes
relizan el rito.
Grandes salseros, muchos años
después del inicio del mestizaje cultural, rindieron homenajes, a las
divinidades que se le cantaban siglos atrás, ejemplo de estos tributos son las
siguientes interpretaciones.
BABALÚ AYÉ, Asociado con San
Lazaro, es el Orisha de las enfermedades venéreas, las pestes y la miseria.
CHANGÓ, Asociado con Santa
Barbara, es el rey guerrero de la religión Yoruba
OSHUM, Asociado con San Juan
Bautista, es otro guerrero Osha, y es el encargado de proteger y vigilar, y
Yemayá, es la madre de todos los hijos en la tierra.
ORISHAS, BAILE, Y INSTRUMENTOS
MUSICALES
En la Santería se veneran los
mismos dioses u orishas africanos - aunque incluye a Babalú Ayé o San Lázaro
que no es una deidad yoruba sino dahomeyana -. Pero a diferencia de lo que
ocurre en África, cada dios africano está también identificado por un santo
católico al que se le reconocen atributos parecidos. Este hecho, que tuvo su
origen en la intención del esclavo africano de enmascarar ante sus amos su
devoción a los Orishas, condujo hacia el profundo proceso de sincretismo entre
ambas religiones - una africana y la otra europea - que dio nacimiento a la
Santería. Lo realmente asombroso fue que se mezclaron en la nueva religión
cubana elementos filosóficos, formas de veneración, establecimientos de
jerarquías y relaciones sociales que tenían sus antecedentes colocados
indistintamente en los dos continentes señalados. Este hecho permitió que con
el transcurrir del tiempo, tanto los descendientes de europeos como los de
africanos - y la suma de ambos es la gran mayoría de la población de Cuba -
pudieran cómodamente participar, si así lo querían, de esta religión.
Sin embargo las formas
artísticas de la Santería, sobre todo la música y la danza unida a ella,
preservaron los comportamientos y actitudes estéticas de los africanos. Por
ejemplo a pesar de que es el idioma español el que se utiliza para la profesión
del culto, los cantos utilizados en él se hacen aún hoy en lengua yoruba.
Asimismo la música consiste del canto heterofónico de un solista que alterna
con un coro bajo el principio estructural de “llamada” (solista) y “respuesta”
(coro). El acompañamiento de estos cantos se realiza por diferentes conjuntos
de tambores donde el concepto que guía y ordena toda la música es el rítmico.
Aquí la armonía, que organiza por excelencia a la música europea, queda
completamente fuera de la realización artística.
La danza se realiza por
bailadores individuales, o grupos que forman diversas coreografías utilizando
predominantemente las líneas y los círculos, también a la usanza africana.
Queda totalmente excluido el baile de pareja enlazada al estilo europeo.En la
Santería tradicionalmente se utilizan tres tipos de conjuntos instrumentales
para también tres tipos de actividades diferentes: los tambores batá, para las
ceremonias de mayor envergadura religiosa; los güiros o abgues, para
actividades no tan importantes del culto y los tambores de bembé, hoy
sustituidos por las tumbadoras cubanas o congas y empleados estos para las
actividades profanas vinculadas a la religión.
El hecho de haber podido
llegar la Santería como religión a muy diversos estratos de la población
cubana, permitió que sus formas artísticas, de evidente antecedente africano,
se transmitieran a individuos cuyas preferencias estéticas eran muy diferentes,
pues se encontraban más cerca de las de los europeos. Este proceso de
africanización que ocurre en Cuba - que por supuesto no queda geográficamente
dentro del continente africano -, permitió la incorporación de comportamientos
estéticos nacidos en África, a formulaciones artísticas netamente cubanas. En
ello jugó un papel fundamental la Santería, aunque también ocurrió lo mismo con
otras religiones afro-cubanas como la Regla de palo, de antecedente bantú.
Las formas artísticas de la
Santería, sobre todo sus músicas y sus danzas, han nutrido y nutren aún hoy una
buena parte de la música profesional de Cuba, tanto la conocida como música
popular cubana, como la música clásica o de concierto creada en el país. No
pocas actitudes y comportamientos estéticos que caracterizan hoy al individuo
cubano nacieron en el marco de esta religión y muchos de sus símbolos de
identidad han pasado también a constituirse en símbolos de identidad para el
cubano en general.
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