En muchos hogares suenan los
deliciosos crujidos y arañazos tan característicos de los tocadiscos. Y es que,
aunque el streaming se lleva casi todo el pastel de la industria musical, los
vinilos han vuelto a vender más que los CDs por primera vez desde 1986.
Dándote un paseo por grandes
superficies o echando un vistazo a los lanzamientos de tus artistas favoritos
es sencillo percatarse de algo: los vinilos han vuelto con fuerza de unos años
para aquí, mientras el CD se sigue desangrando, camino a la irrelevancia como
formato físico.
El auge de los EPs, maxis o
LPs se explica por varios fenómenos: nuestro gusto por lo vintage desencadenado
por la nostalgia pero también, el espíritu coleccionista y la importancia de
los sentidos: el streming es incorpóreo, mientras que tocar y oler un vinilo,
poner la aguja sobre el disco u hojear el diseño de su interior constituyen
todo un ritual.
Mientras, el formato digital
-aunque en permamente auge- presenta el problema de la “propiedad psicológica”:
nos cuesta creer que somos propietarios de algo que no podemos tocar
físicamente, por lo que preferimos abonar dinero por un formato físico y
tanginle.
Ya en septiembre de 2019 la
prestigiosa Rolling Stone advertía que las ventas de discos de vinilo pronto
empezarían a generar más ingresos anuales que los discos compactos por primera
vez desde 1986, un año en el que Madonna, Bon Jovi o la banda sonora de Top Gun
copaban las listas de ventas y vendían cedés como churros.
17 OBJETOS VINTAGE QUE VALEN
UNA FORTUNA A DÍA DE HOY
Según la Recording Industry
Association of America, las ventas de vinilos crecieron un 12,9% durante la
primera mitad de 2019 en comparación con el mismo período de tiempo del año
anterior, una muestra de su vigorosa resurrección -aunque siempre estuvieron
vivos gracias a pequeñas tiendas de barrio y negocios de segunda mano-.
Por otro lado, las ventas de
compactos se han desplomado, disminuyento tres veces más rápido en comparación
con los LPs: solamente en Reino Unido se vendieron en 2019 más de 4,3 millones
de vinilos, completando doce años de crecimiento en ventas. En Estados Unidos
la espectacular cifra rebasó los 10 millones de copias, nueve veces más que en
2010. También, desde el underground, repunta el cassete de forma tímida: en
territorio británico se despacharon 80.000 copias en 2019.
Y en medio de esta fiesta
celebrada por tocadiscos, es la industria del streaming la que se sigue
haciendo fuerte: la transmisión digital se lleva el 80% de los ingresos del
sector y sigue engordando, con el todopoderoso Spotify a la cabeza.
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