Marimba de los Espíritus, en
la casa de las Torres del municipio de Guapi (noroccidente del departamento del
Cauca, Colombia). Foto: Jorge Porras. Este hecho histórico de la
esclavitud en Colombia demarca la línea trazada por la cual los
afrodescendientes han tenido que transitar en este país para poder subsistir en
medio de tensiones socio-políticas, entre racismo y discriminación, desde la
pérdida de representación social hasta su reencuentro con su identidad cultural
como arma inalienable que se expande en todos los campos, políticos, sociales,
económicos, culturales… hasta los de la música. Pero como al principio de este
escrito, hago énfasis en que hoy se sienten nuevos vientos, un nuevo “matiz” de
las músicas de origen afro-descendiente en Colombia. Unas músicas liberadas de
su discriminación anterior como “poco cultas”, “poco valiosas”, “simples”,
“fáciles”, todos adjetivos desde la mirada dominante de un mundo
occidentalizado, estandarizado y permeado por procesos eurocéntricos que se
generaron hace mas de 500 años. Hoy en día se han producido unos cambios que
parten de todo el proceso empujado desde las comunidades afrodescendientes
logrando paso a paso validación de sus contextos culturales, respeto por su
hábitat y formas de organización social. Cierro por ahora visibilizando
los logros en los últimos años en mano de varias agrupaciones, generados como
anteriormente describí por los movimientos que nacen en gran parte a partir del
Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez. Si miramos retrospectivamente,
tenemos en febrero de este año (2013) la participación de la agrupación
“Herencia” de Timbiquí en el Festival Internacional de la Canción de Viña del
Mar en Chile, donde se hicieron acreedores a la “Gaviota de Plata”, premio
máximo en la categoría Folclor e Internacional; ChocQuibTown con sus múltiples
nominaciones a los premios Grammy entre el 2009 y el 2012, habiendo ganado en
2010 el Grammy Latino a la mejor Canción Alternativa. De gran profundidad y
trascendencia tenemos el trabajo del Maestro Jesús Antonio Torres, alias
“Gualajo”, proveniente de la vereda Sansón en Guapi, Cauca, Colombia, quien a
través de su trabajo como constructor de instrumentos autóctonos, en especial
de la marimba de chonta (la reina madre de los instrumentos del pacífico
colombiano), y como intérprete de ésta y las músicas de marimba y cantos
tradicionales del pacífico colombiano y ecuatoriano se ha ganado un
reconocimiento y homenaje nacional como el maestro de maestros en la marimba de
chonta; su historia, su herencia y su legado para las generaciones actuales y
futuras lo ha plasmado en la visión de su fundación actual.[16] Petrona
Martínez, otro ícono de la mujer afrodescendiente colombiana, encarnando la
tradición del canto tradicional y las cantadoras a lo largo de las costas
colombianas en el bullerengue, una música de cortejo, ha sido nominada al
Grammy Latino en dos ocasiones. La lista es interminable si consideramos que
para valorar las músicas colombianas afrodescendientes no necesitamos de
premios Grammy ni Gaviotas de Plata, sino que simplemente se necesita entrar
con los ojos abiertos y el corazón despierto a la otra historia de la diáspora
africana en América que no se contó nunca jamás en los libros de historia, si
no mas bien la que circula hoy en día y se expresa en boca de las cantadoras,
marimberos, tamboleros[17], raperos y hip hoperos afrodescendientes. Referencias: Aguirre Beltrán, Gonzalo,
1944: “The Slave Trade in Mexico”, en: The Hispanic American Historical Review,
Vol. 24, Nr. 3, 412-431. Both, Arnd Adje Both, 2001
(1999): Die Musikkultur der späten Postklassik Mesoamerikas: Perspektiven der
Musikarchäologie. Dissertation, Freie Universität Berlin. Burgos Cantor, et al, 2010:
Rutas de libertad: 500 años de Travesía. Bogotá: Ministerio de Cultura,
Pontificia Universidad Javeriana. Hernández Salgar, Oscar 2007:
“Marimba de Chonta y poscolonialidad musical”, en: Nómada. Nº 26, 56-69. Lloyd Mecham, J., 1927: “The
Real de Minas as a Political Institution. A Study of a Frontier Institution in
Spanish Colonial America”, en: The Hispanic American Historical Review, Vol. 7,
Nr. 1, S. 45-83. Maya Restrepo, Luz Adriana,
1998: Los afrocolombianos. Santafé de Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura
Hispánica (Geografía humana de Colombia, 6). Wabgou, Maguemati et al, 2012:
Movimiento Social Afrocolombiano, Negro, <ºRaizal y Palenquero: El largo
camino hacia laconstrucción de espacios comunes y alianzas estratégicas para la
incidencia política en Colombia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Wade, Peter, 1993: Blackness
and race mixture. The dynamics of racial identity in Colombia. Baltimore,
London: The Johns Hopkins Univ. Pr. (The Johns Hopkins Studies in Atlantic
history and culture). [1] La “cumbia” es un baile,
la “cumbiamba” su formato instrumental. Ambas hacen parte de un sistema musical
que permea en general la zona-costa norte colombiana. [2] Hernández Salgar 2007:
56-69. [3] En el pacífico se le llama
“chonta” a la palma de chontaduro y otras especies similares. [4]
http://www.festivalpetronioalvarez.com [5] Españoles y portugueses,
después holandeses, franceses e ingleses. [6] Ver Burgos 2010: 122-125. [7] El territorio de las
primeras minas de oro descubiertas en 1590-1592 corresponde hoy en día al
departamento Antioquia (Remedios, Cáceres, Segovia y Zaragoza), después siguió
Mompox (en la zona del río Magdalena bajo). (Ver Burgos 2010: 125, 126) [8] Cartagena de Indias
funcionó como uno de los tres puertos principales que fueron utilizados en el
Caribe como puertos de descarga de esclavos de los españoles: Habana Cuba,
Veracruz México, Cartagena de Indias Colombia. (Ver Aguirre 1944: 426). „The
city of Cartagena was established in the assiento as port of primary entry
because of its value as a primary distribution center; and during the
seventeenth century it retained this status, despite the change of assientists,
thus becoming the center of the slave trade in America.“ (Aguirre 1944: 415) [9] Ver Burgos 2010: 140. [10] En la América colonial se
institucionalizaron los Reales de Minas como empresa primordial de los
españoles: “In Spanish America the real de minas was a mining district. It
consisted of a settlement of indeterminate size and the mines dependent upon it
within a radius of five, ten, and even fifteen miles. This district was
generally an administrative entity, being a lugar, villa, ciudad, alcaldía
mayor, or corregimiento, as the case might be.” (Lloyd 1927: 45). En Colombia,
al interior de los Reales de Minas, los españoles organizaron a los esclavos
africanos en cuadrillas. (Burgos 2010: 143, 160, 161). [11] Ver Burgos 2010: 126. [12] A través del concordato
Regio Patronato Indiano de 1493 hasta 1508 entre los Reyes Católicos (Fernando
II de Aragón e Isabela I de Castilla) y la Iglesia Católica, representada por
el Papa Alejandro VI, fue impuesta como meta la conversión de infieles (los
nativos americanos) al cristianismo y para eso fueron establecidos
consiguientes reglamentos como procedimiento de la evangelización. Ya en la
fase de la conquista los cantos, los bailes ceremoniales, la música de templo
(ej. en México) en relación con los rituales de sacrificios humanos como
expresión elementar de identidad fueron reconocidos, demonizados y muy pronto
contrarrestados después de la conquista. (Both 2001: 25) [13] “Comunidades negras fue
el nombre que se le dio a los grupos humanos de afrodescendientes que vinieron
ocupando territorios desde tiempos coloniales. Tales territorios sirvieron a
estas comunidades para sus ejercicios de libertad y prácticas tradicionales con
una profunda y sólida raíz africana. Estas comunidades fueron construidas, en
principio, por africanos que escaparon de la represión y el yugo que ejerció la
Corona española a través del sistema de explotación esclavista, recibiendo el
nombre de Palenques por parte de los españoles o de comunidades de libres. Sin
bien el nombre Palenque fue impuesto por los españoles, éste pasaría a ser un
elemento reivindicativo dentro del discurso afrocolombiano y devendría en
símbolo de libertad. Por ello, durante las discusiones en torno a la ley 70 y
de la Constituyente el proceso organizativo afrocolombiano propuso que los
territorios colectivos recibiesen el nombre de Palenques; sin embargo, el
Gobierno y otros sectores conservadores vieron en esto una complicación e
impusieron el nombre de comunidades negras, el cual ha pasado a ser un elemento
de reivindicación de este proceso organizativo.” (Wabgou , et al 2012: 157) [14] En la reforma de la
Constitución Política Colombiana de 1991 los derechos humanos fueron asentados
legalmente de manera tal que las minorías indígenas y grupos afrodescendientes
(llamados afrocolombianos) ganaron por primera una representación política y se
dieron los primeros pasos hacia la “visibilidad”. (Wade 1993: 352-357, Restrepo
2004: 271-277 y Arocha en Maya Restrepo 1998: 341-361.) [15] Las razones de este
fenómeno o retraso frente a la igualdad de derechos las podemos entender bajo
el concepto de blanqueamiento racial, el cual estuvo articulado en el proyecto
de consolidación de nación soportado bajo el techo de la religión católica, de
una “raza” (europea-blanca) y de un idioma (español/castellano). Desde aquí se
explica la invisibilidad de estas comunidades afrodescendientes en el contexto
nacional. (Ver Arocha en Maya Restrepo 1998: 354-361 y Wade 1993: 183, 341). [16]
http://www.facebook.com/pages/FUNDACI%C3%93N-CULTURAL-ART%C3%8DSTICA-Y-MUSICAL-GUALAJO/259561918545 [17] Término usado en la costa
atlántica colombiana para “tamborero”.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario